Keep it simple!

El proceso de aprendizaje de una lengua tiene muchas cosas nuevas, y buenas. Especialmente si lo haces en otro país y empiezas con un nivel bastante lamentable, como era mi caso. No encuentras las palabras, y cuando las encuentras, no sabes como ordenarlas.

Esta es una de las mejores cosas que tiene el proceso. Hasta que se consigue, y mientras sigues aprendiendo gramática y preposiciones, te acabas por dar cuenta de que no quedan más narices que buscar frases simples, usando las pocas estructuras y palabras que conoces.

Simplificación de ideas y expresión de opiniones en apenas nada. Keep it simple, me dicen los profesores. Para alguien como yo que le gusta darle mil vueltas a las cosas, toma castaña. Lo he de confesar, demasiado ejercicio de simplificación, pero cómo se disfrutan los resultados.

Tiempo más tarde, un día que no avisa, te das cuenta de que estas agumentando en otro idioma, y todo vuelve a ser más complicado. Sabes las palabras, no se te presume buena intención, dices lo que dices, y sabes cómo y porqué lo dices. Era mejor vivir en la ignorancia? No, definitívamente no.

Algunos de mis compañeros de clase: