Coat-dollar, ¡por hablar!

Esto me pasa por hablar. Cuántas veces no nos hemos arrepentido de haber dicho algo. Pues vease aquí una de las mías. La chaqueta no es sólo fea, sino que como mínimo se le debe aplicar el adjetivo de ortera, pero a mí se me ocurrió la genial idea de valorarla mientras vestía a uno de mis compañero de clase. Su nombre es Bah y viene de Nueva Guinea, Africa.

"Hey Bah, your coat is cool, it is like the typical image from States" (o algo así le dije). Su ofrecimiento a venderme una fue inmediato, pero esa la pude salvar. Poco días más tarde me ofrecía regalármela, y me resistí de la forma más educada que conocía. Pero no habían pasado 48 horas ya ya me había dado cuenta de que mi intento no había sido nada fructífero.

Ahora tengo esta chaqueta en el armario de mi casa. Muchas son las bromas y conversaciones que han tenido como base la chaquetita (habla de un modelo de vida, un intento de acoplarse a la nueva cultura...) Pero esos no son temas en éste momento, porque la cuestión es... ¿y ahora qué narices hago yo con una chaqueta tres tallas más grande que la mía, y que no creo que me vaya a poder poner nunca? Esto me pasa por hablar, porque Bah ya me ha preguntado cuando me la voy a llevar a clase.