Saturday, February 23, 2008

Con Rigoberta Menchu

¡Qué sensación más extraña! Que pequeño se hace uno y se siente el mundo cuando se está al lado de alguien de la talla de Rigoberta Menchu. Alguno me dirá: ¿y quién narices es esta mujer? Nada más y nada menos que Premio Nobel de la Paz en 1992, Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1998 y Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO.

Sabeis, y si no os lo cuento ahora, que cuido a unos niños todos los viernes por la tarde (Roman y Brandom). Su madre, Margarita, es quien me recoge todos los viernes después de clase para ir a su casa a cuidarlos y compartir después un siempre muy agradable rato en el pórtico. El caso es que por magníficas casualidades de la vida y gracias a Margarita, encargada de hacer de chofer y acompañante de la Señora (como Margarita le llamaba) durante su estancia en Memphis, he tenido el extraordinario placer de conocerla.

El motivo de su visita no era otro que una conferencia en nombre de su Fundación en la Universidad de Memphis "sobre la libertad, el racismo y los derechos humanos", según me dijo ella en persona. No puedo describir la extraña sensación que uno tiene cuando está tan cerca de alguien que, con mi edad, ya había batallado y peleado por los derechos del mundo probablemente más que yo en todo lo que me queda de vida. Respeto, admiración, incredulidad, un rato de silencio y algunas preguntas.

El cansancio de la Señora, visible en su cara, el poco tiempo del que dispuse (apenas 20 minutos), y el impacto que supuso en mí, me impiden mostraros ninguna fotografía junto a esta extraordinaria personalidad del mundo. Aunque lo puedo intentar: vistementa guatemalteca, rasgos latinos, expresión valiente, una sonrisa que transmite una mezcla entre alegría, esperanza y energía, un ceño incapaz de ser fruncido por otro motivo que no sea la lucha por un mundo mejor.

Y yo, aún alucinando, ya puedo decir con orgullo y satisfacción que he conocido en persona a un Premio Nobel de la Paz. Lo he intentado, pero no se si he podido describir la sensación.

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