Monday, February 11, 2008

Mis amigos del bus

Como dec'ia Bea no hace muchos d'ias, puede que me haya enganchado al coche, y que lo eche de menos. Que leches, ¡s'i, claro que s'i! Pero he de confesar que la experiencia de volver al transporte p'ublico no tiene desperdicio. Se me vienen a la cabeza muchas frases de Dava y de su bici, y hablando de ciclismo, de Fernando Olabe, y de su buena pluma para las cosas que disfruta (ol'e para el poeta de las cosas sencillas), como el viaje en tren.
Mi ventana es la de la izquierdaEn mi caso no es un tren, ni dura tanto como de Alicante a Elche, pero es un autobus, cargado de historietas, y muchas caras que hablan en sus muecas. Y uso el plural porque puedo. No es lo mismo coger el bus de las siete menos cuarto, que el de las ocho menos cuarto. A los de las 6.45 y vienen de lejos, ni los oyes; los de una parada antes, se les nota el cansancio por como caen sus brazos que sujetan el peri'odico, Eso los que no van aguant'andose la cabeza, o los que lo hacen contra el puro y duro cristal del bus.

A las 7.45 la historia es muy diferente. Mas gente despierta. Especialmente porque de eso se encarga el conductor. El mismo simpre? Quiz'a os pregunteis. No, no hace falta. Pueden ser distintos, pero mantienen una f'errea pol'itica de empresa: magazine vespertino. Un microfono, apenas separado un cent'imetro de su boca, nos cuenta la actualidad de la manyana. No os creais, con debate incluido. Todo un Tele-Magazine de manyana en Espanya. Lo de esta gente es implicaci'on con la causa: qu'e debates! Por qu'e acaso habr'ia de esperar uno a empezar su jornada laboral. Desde aqu'i, gracias senyores conductores (y pasajeros, por supuesto), por esos ratos y otros peores.

Quiz'a peores no, pero hay uno que es com'un en mi autobus de la tarde, lo cojas cuando lo cojas. Sinceramente, jam'as hab'ia visto semejante concentraci'on de gente sin dientes. En serio, incre'ible. Todos y todas (la mayor'ia ellas) africano-american@s. Ahora, que en la tarde no hace falta conductor. Impresionante c'omo se lo pasan, c'omo lloran de la risa. A veces yo tambi'en lo hago cuando les entiendo, y otras, la mayor'ia, lo hago por el contagio de verles.

Un ol'e para mis amigos del autobus en Memphis!

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